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La tecnología ¿nos une o nos separa?

Seguramente te ha pasado que llegas a un bar  o a un café con tu esposo, novio o un amigo y te fijas que en la mesa que está a un lado hay alguien con un celular en  mano probablemente conversando de forma oral o escrita con otra persona que quizás está a kilómetros de distancia. Esto, podríamos decir, es el gran logro de las telecomunicaciones: ACERCAR a quienes están LEJOS.

Pero seguramente también habrás notado que a veces el resultado es ALEJAR a quienes están CERCA ☹.  Porque la realidad es que, esa persona que está en la mesa de al lado hablando con el lejano, está sentada con otra persona que también está celular en mano  “comunicándose” con otro lejano, perdiéndose así la oportunidad de conectarse cara a cara con el que sí está cerca; convirtiéndose así la era de las telecomunicaciones en la misma era de la incomunicación. Parece un trabalenguas pero es la realidad.

Las barreras de la comunicación

Me gustaría utilizar el ejemplo del matrimonio para pensar en todas aquellas cosas que en la vida matrimonial pueden alejar a una pareja de su prójimo más próximo: el/la espos@.

Una necesidad vital para una pareja es la comunicación, el diálogo.  

El diálogo es una forma privilegiada e indispensable de vivir, expresar y madurar el amor en la vida matrimonial y familiar. Pero supone un largo y esforzado aprendizaje. (Amoris Laetitia nº136, Papa Francisco)

Sin embargo, no es un secreto que hoy día se encuentran muchos obstáculos o barreras para lograr ese diálogo o comunicación profunda entre los esposos, por ejemplo el exceso de trabajo, el estrés, los vicios y ahora le sumamos precisamente el uso de la tecnología.

¿Cómo usas la tecnología?

Seguramente hace algunos años veíamos la televisión como el gran distractor o la gran barrera en la familia para la comunicación; ahora hay una barrera que físicamente parece más pequeña pero que, en la realidad, es más grande: es el uso del celular o dispositivos tipo tablets.

La tecnología y la comunicación

Te haré las siguientes preguntas a modo de reflexión:

¿Has pensado cuánto tiempo dedicas a comunicarte con otras personas a través del celular y cuánto tiempo dedicas a conversar con tu familia o las personas con las que vives?

¿Qué momentos dedicas a conversar con ellos?

¿Cómo son tus momentos de diálogo?

¿Sobre qué conversas: de la rutina diaria, de los demás, sobre emociones y sentimientos?

Te propongo que esta semana tomes papel y lápiz y hagas cuatro (4) columnas. En la primera columna anotarás la cantidad de minutos que tomas el celular cuando este tiempo sea mayor a un minuto, en la segunda anota en qué utilizaste ese tiempo: viendo redes sociales, chateando por whatsapp, quizás realizando transferencias bancarias o llamadas telefónicas de trabajo etc.

En la 3era columna anotarás el tiempo que dedicas a hablar con la persona con la que convives, sean tus padres o tu esposo; y en la 4ta columna anota sobre qué hablaron.  Esta técnica te permitirá evaluar y tomar las acciones que consideres necesarias para mejorar el uso del celular y fomentar la comunicación y el diálogo familiar.

Podríamos decir entonces que ¿es mejor botar el celular? Obviamente NO, se trata de ser conscientes del uso que le damos a todas las cosas, y este criterio vale para TODO, todas las cosas creadas por Dios y las que el hombre puede crear por la inteligencia dada por Él son buenas en sí mismas, el problema está básicamente en el uso que hacemos de ellas.

Por ello debemos pedir a Dios el don de ciencia y preguntarnos siempre, esto o aquello ¿me acerca a Dios y a mi prójimo? ¿es bueno? ¿lo estoy usando correctamente?. Pero si es lo contrario, probablemente no le estoy dando el uso correcto, esto aplica para: el dinero, la tecnología, los carros, los trabajos, etc.

Finalmente no te olvides de reflexionar qué uso le das actualmente a la tecnología: ¿la usas para acercarte o para alejarte de Dios y de los demás? Tomate ahora al menos un minuto para dar tu respuesta y cuando quieras mira el siguiente articulo.

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