Respuesta
En el mundo, muchas veces nos encontramos con distintas definiciones del amor, unas un poco más elevadas que otras. Pero como cristianos sabemos que existe una vocación al amor, a la que todos estamos llamados y es entonces cuando la comprendemos como una virtud teologal.
Es posible que en este momento te preguntes ¿qué son las virtudes teologales?. Son aquellas infundidas por Dios en nuestras almas desde el momento de nuestro bautismo y que vamos alimentando a través de nuestros actos. Éstas son: fe, esperanza y caridad.
Ahora bien, teniendo una base para saber un poco más de la caridad, te comento lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica en su número 1822: “la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”. Esto nos lleva a saber que, por la caridad, tenemos que salir de nosotros mismos para entregarnos a los demás, para manifestar ese amor de Dios que se ha reflejado en nuestras vidas y compartirlo con cada persona.
Efectivamente San Luigi Orione tenía una frase increíble, que no solo se aplicaba en el siglo pasado, sino que está totalmente válida hoy en día, cuando nos dice que “solo la caridad salvará al mundo” nos reafirma ese mandamiento de amor que nos dio Cristo y que nos exige una verdadera entrega de nuestra parte.
Pero si quieres llevar a la práctica la caridad, te doy un consejo: lee el himno de la caridad escrito por San Pablo, lo encontrarás en la primera carta de San Pablo a los Corintios, en el capítulo 13, que podemos resumir en “si no tengo caridad, nada soy”. Probablemente verás que en tu Biblia la traducción, en lugar de caridad, diga “amor”, pues, como ya dijimos antes, es lo mismo.
Si quieres profundizar un poco más sobre este tema, te recomiendo que leas los números 1822 al 1829 del Catecismo de la Iglesia Católica que encontrarás aquí:
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
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